Quantcast
Channel: Butaques i somnis
Viewing all 1487 articles
Browse latest View live

Profeta en Alemania...

$
0
0
Fuente: Rosalía Sánchez (elmundo.es)
"Hay que crear con honestidad, hacer algo que de verdad te emocione". Esta es la receta del éxito que a duras penas extraemos del bailarín y coreógrafo español Goyo Montero, a quien el estado alemán de Baviera distinguirá mañana con el premio Kulturpreis 2014 y que más que de recetas de éxito habla a borbotones de pasión creadora. "Yo hago un trabajo narrativo, cuento historias, aunque sea de forma abstracta como en 'Cascanueces'. Combinamos muchas facetas, danza contemporánea de hoy con potentes raíces y siempre con el objetivo de contar una historia. Transmitir es la base y hay una gran entrega, queremos hacer algo único y el público percibe esa pasión y ese respeto hacia nuestro propio arte", explica.
El jurado responsable de esta valorada distinción ha reconocido su trabajo como director artístico del Ballet Staatstheater de Nuremberg desde 2008, concretamente ha declarado que en estos años "un auge de la danza verdadera ha vuelto a encender la compañía" y menciona una renovada conexión con el público que cristaliza en una multiplicación por siete del número de abonos, que supera ya los 900, un público anual que supera los 40.000 espectadores y un aumento desde las 20 que venía realizando la compañía hasta una media actual de 50 funciones al año. 
"También hemos crecido de 16 a 22 bailarines, con una buena representación española, por cierto". Suma y sigue Montero: "He avanzado en mi trabajo creativo personal y, sobre todo, he creado repertorio para la compañía con coreógrafos de primera fila a nivel mundial como Mats Ek, Jirí Kylián o Nacho Duato, Johan Ingers, Mauro Bigonzetti... he tenido la suerte de contar con el apoyo de mis compañeros y, de alguna forma, mis ídolos, que han venido a trabajar a Nuremberg y que le ven algo especial a la compañía, porque quieren volver".

"La cultura en Alemania es parte del trabajo social"

Una de las iniciativas más novedosas en su dirección es el proyecto Cadáver Exquisito, que da cabida y potencia la creatividad y el potencial coreográfico de sus bailarines y que, cada dos años, lleva al escenario coreografías ideadas por ellos. "La verdad es que el intendente, Peter Theiler, me ha dejado hacer lo que he querido. Es un teatro con una tradición ya establecida, pero yo empecé de cero, con audiciones, he tenido la oportunidad de hacer mi propio equipo artístico y mi programación", agradece Montero. 
Otra de las características de su trabajo que tanto la crítica como las instituciones bávaras valoran mucho es su capacidad de innovación. "La gente viene a ver una cenicienta, pero no es la clásica, sino una forma contemporánea de acercarse al mito y válida frente a la historia original de los Hermanos Grimm", describe. "Esto ha atraído a un público al que asombramos, porque exijo mucho a mis bailarines, son prácticamente atletas. Y nos alimentamos de ese contacto con los ojos que nos miran. Cada mañana me pongo ante el espejo y mi referencia es la mirada desde fuera, pero lo que yo miro es algo que hay en mi interior, y eso lo hace íntimo y especial".
Hijo de padres bailarines y en contacto con artistas en España, Montero ha trabajado casi toda su carrera en el extranjero y se encuentra como pez en el agua en Alemania. "La cultura aquí es parte del trabajo social, de una obligación del Estado de alimentar las mentes y las almas de las personas. Y para eso se invierte y se apoya a largo plazo proyectos que no dependen de unas elecciones porque entonces llega la crisis y tiene que ir antes, naturalmente, la educación, la sanidad y que no echen a la gente de sus casas. Pero si hay unas bases estructurales, el arte sale a flote", compara con España.
"Hay años luz. Aquí las bases son tan buenas que sigue habiendo 52 compañías de danza estables y con sueldos seguros y muy decentes. Quizá el ejemplo alemán esté muy lejos de la realidad española, pero alguna vez habrá que empezar. Alemania no gasta mucho más dinero en cultura que en España pero lo gasta mucho mejor, porque es una inversión retributiva. Los teatros no son una deuda sino que producen beneficios, además de los obvios, que son mantener a la gente no solo entretenida sino intelectualmente viva". 
Montero insiste en que "hay que gastar a largo plazo. Aquí los teatros tienen cuerpos de baile, compañías de ópera, orquestas, coros, compañías de teatro de texto estables... Están llenos de gente que produce cultura. En España tenemos buenísimos teatros pero vacíos, que se nutren solamente de programación que traen de fuera y no crean tradición. En mi teatro, de nivel medio, trabajan 750 personas con sueldo fijo y nuestro público viene a ver qué está haciendo su compañía".
Y lo que está haciendo esta compañía es empezar a trabajar sobre una nueva coreografía para un 'Cyrano de Bergerac', personaje poco explotado en el ballet y que ofrece enormes posibilidades. "Es un alma libre que no se compromete con nada, no busca un protector sino conservar una mirada libre. Lo que le separa de los demás no es su deformidad sino su elección de hacer siempre lo que cree que es correcto. La coreografía reflexiona sobre si su imperfección le impide unirse a la sociedad o si es al contrario. Quizá si no la tuviese, entraría a formar parte, diría todas esas pequeñas mentiras que todos tenemos que decir antes o después y que no nos dejan dormir", revela el coreógrafo.

Susanne Linke: “No siempre había bailarines para mí, así que empecé a crear solos”

$
0
0

Fuente: Roger Salas (elpais.com)
Susanne linke (Lüneberg, 1944), verdadera pionera de la danza alemana de nuestro tiempo y figura superviviente de una generación prodigiosa a la que pertenecieron Pina Bausch y Reinhild Hoffman, se mantiene activa con sus solos y con la reposición de algunos títulos, como este Ruhr-Ort con la compañía Renegade. La artista, siempre sumida en su potente mundo estético personal, responde a fondo sobre su poética y sistema creativo.
¿Cómo son sus recuerdos de infancia en la Alemania de posguerra?
Éramos pobres, pero felices; mis primeros seis años de vida los pasé en el campo cerca de Lüneburg, alimentándonos básicamente de patatas. A veces llegaban paquetes de ayuda procedentes de Estados Unidos y Australia, que nos enviaban parientes, con chocolate y ropa. Era como si fuese Navidad.
¿Cuáles son sus primeros estudios artísticos antes de llegar a Berlín? ¿Ya se había iniciado en la danza?
De los 8 a los 10 años tuve clases en la Escuela de Gimnasia Medau; con 17, estudié gimnasia en el Taunus, en Fráncfort del Meno. A los 19 , aparecí por primera vez en escena: en la inauguración de la Schauspielhaus de Fráncfort, actuando como bailarina/figurante en la puesta en escena de Fausto de Heinrich Koch, que había contratado a Dore Hoyer para que coreografiara la Noche de Walpurgis.
Llega al Mary Wigman Studio de Berlín con 20 años y permanece allí tres años (1964-1967). ¿Con quién estudió allí, qué bailó y qué recuerda de esa etapa formativa?
Estudié con Mary Wigmann, era su escuela de danza privada. Estaba muy a gusto con Wigman. Allí bailé pequeñas improvisaciones, además de participar en la producción Count down für Orpheus con el grupo de danza Motion de Hellmut Fricke-Gottschild y Manfred Fischbeck.
Después, está su etapa (1967-1970) en la Folkwang Schule. ¿Con qué maestros y sobre qué métodos artísticos trabajó en esta fase de Essen? ¿Estaba Hans Züllig entre sus maestros? ¿Qué quedaba allí de la herencia de Kurt Jooss?
En la técnica Jooss-Leede los maestros fueron Hans Züllig, Jean Cébron, Pina Bausch; y en ballet clásico: Madame Nordi, Egbert Strolka, Ilona Irighy, Iren Bartos, Brian Beartscher; Hans Züllig fue maestro mío y un modelo.
Los tres años siguientes (1970-1973) formó parte del Folkwang Tanzstudio, donde también estaban Pina Bausch, Jean Cebron y Reinhild Hoffmann. ¿Cómo es el relato de aquella etapa?
En el Folkwang Tanzstudio fui bailarina bajo la dirección de Pina Bausch. Reinhild Hoffmann estaba en aquella época con Hans Kresnik en Bremen, hasta que en 1975 volvió al Folkwang Tanzstudio y estudió conmigo el máster de coreografía. Cebron era entonces bailarín invitado y coreógrafo del Folkwang Tanzstudio
Cebron, Bausch, Reinhild y usted tomaron caminos estéticos muy diferenciados en la práctica coréutica, y es usted quien, tras un período en Rotterdam dirige artísticamente el Folkwang Tanzstudio. ¿Qué la hizo regresar?
Estuve solo un año en Rotterdam. No fue para mí una época importante, allí me puse muy enferma. La Escuela Universitaria de Essen, junto con su compañía vinculada, el Folkwang Tanzstudio (FTS), fueron para mí, como para otras personas, una base de un valor inestimable en muchos aspectos. Había unas posibilidades maravillosas para ejercitarse, porque en aquellos años los “bailarines por libre” no tenían ninguna posibilidad de ejercitarse profesionalmente. La docencia en la escuela me dio unos medios económicos básicos. Pero lo más importante fue, seguramente, que allí tuve tiempo para desarrollar piezas y poder crear con los estudiantes de máster de la Escuela Folkwang.
Aunque se cita la influencia en su trabajo de Wigman y de Dore Hoyer, ¿qué otras influencias materiales y formales reconoce como básicas en la formación de su corpus estético?
Mary Wigman no enseñaba técnicas de danza clásicas. Yo las aprendí en la escuela Folkwang, donde aprendí la línea corporal clara a través del ballet clásico.
De aquella etapa quisiera su comentario sobre dos piezas específicas: L’Histoire Obscure(1977) y Am Reigenplaz (1983). ¿La coreografía es siempre medularmente autobiográfica?
No, no tienen nada de biográficas. Fueron piezas de principiante que tuvieron mucho éxito; L’Histoire Obscure era una sátira bien comentada, y Am Reigenplaz tuvo como inspiración Las bacantes de Eurípides.
La Danse fúnebre premiada en Bagnolet significó algo muy diferente y la entrada en Francia de la nueva influencia de la danza alemana. ¿Tuvo discípulos o bailarines franceses en su grupo de entonces?
Tan solo la bailarina Christine Brunel, aunque que fuese francesa carecía de importancia.
¿Su experiencia en New York en 1978 cambió algunos de sus puntos de vista sobre el espectáculo de danza teatral? ¿Tenía ya entonces definido su concepto del solo escénico? ¿Hay una poética específica para el solo?
En 1978 pasé siete meses en Nueva York. Pero en aquel tiempo aún no me dedicaba de ningún modo al solo de danza; dejé que las impresiones de la ciudad ejercieran su efecto sobre mí sin pasar por ningún filtro.
En cuanto a los solos, ¿fueron el resultado de una búsqueda intelectual o también una recurrencia práctica de producción escénica?
Pero las cosas en realidad, ya sabe usted, son de otra manera. Yo empecé a coreografiar en la escuela Folkwang en los años setenta y principios de los ochenta. Las veladas de danza que se celebraban regularmente eran un foro genial para ello. No siempre había bailarines disponibles para mí, y así fue como pasó que empecé a crear solos. Luego los amplié, animada por profesores como por ejemplo Hans Züllig y otros. Y así, de modo completamente paulatino, fue naciendo una serie de solos que encontraron mucho eco y con los que gané mis primeros premios internacionales.
En sus solos el humor es básicamente trágico, de contraste. ¿Es una búsqueda a través de la improvisación o de una base más literaria?
Mis piezas surgen de una necesidad interna que no es producto de ningún cálculo.
Su pieza Also Egmont, Bitte! (1986) para la compañía de José Limón (un encargo de Carla Maxwell y Lutz Förster que entonces dirigían la compañía) fue vista en Europa en la Bienal de la Danza de Lyon, donde causó una gran impresión. Hábleme de la banda sonora (ese ensayo de una obertura de Beethoven) y de la intención de esta pieza. ¿Es todo un símbolo de que siempre estamos ensayando algo sin concluir?
El motivo sobre el que se centraba la pieza era la silla vacía, que simbolizaba la pérdida del coreógrafo fallecido: José Limón. De la grabación del ensayo me interesó la repetición de pasajes y poder oír la voz del director.
También ha coreografiado por y para Lutz Förster, una fuerte y difícil personalidad de nuestro tiempo. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Maravillosa, es el mejor socio creativo que puede imaginar un coreógrafo. He visto en él muchas otras cosas, pero jamás una personalidad difícil.
Affekte (1988, 1990) ha tenido varias etapas y puede decirse es una obra cíclica o de variaciones sobre un mismo tema. ¿Cómo lo ve usted?
Affekte es mi reelaboración (o mi continuación) de Affectos humanosde Dore Hoyer: un ciclo sobre las características humanas, la vanidad, el deseo, el miedo, el odio y el amor.
Los elementos escenográficos de sus solos juegan un papel que va del cotidiano a lo simbólico. ¿Se seleccionan orgánicamente en el proceso creativo o responden a un plan escenográfico preciso? En esto la bañera de Im Bade wannen ha adquirido el valor de un icono.
Llegan durante el proceso y nacen de la situación de los ensayos y de las preguntas planteadas en ese momento de la pieza.
¿Cómo es la experiencia de trabajar con bailarines clásicos (de formación estrictamente académica), como es el caso de su Ich bin (1995) para el Ballet de la Ópera de París?
Es otro mundo, en el que he conocido a bailarines maravillosos y he ganado una experiencia muy positiva. Trabajan la danza siguiendo la línea, en un proceso desde fuera hacia dentro; la forma es más importante que la emoción y la energía. Ha sido muy enriquecedor haber tenido esta experiencia.
¿Cómo fue el proceso de recreación y reconstrucción de los solos de Dore Hoyer? ¿Trabajó solamente con su memoria o había otro testimonio documental?
Primero, hay una maravillosa grabación en blanco y negro de Dore Hoyer. Durante la reconstrucción, también me prestó dos veces asesoramiento su compañera Waltraut Luley. Y sin duda sirvió de ayuda el acordarme bien de Dore Hoyer y el haber presenciado por mí misma su intensidad al bailar.
¿Cuándo volvió a encontrar a Pina Bausch en Wuppertal? ¿Cómo fue ese encuentro? ¿Qué cree que pasará con su legado coreográfico?
Pina y yo nunca llegamos a perder del todo el contacto a lo largo de tantos años. En torno a su enorme legado artístico, no hay otro medio que ponerse en contacto con la compañía, algo sobre lo cual no tengo opinión. Ya es bastante difícil lograr enfocar adecuadamente la cuestión del legado artístico de una misma.
¿Cree usted que es realmente útil, básico y necesaria la clase de ballet como un elemento orgánico no solamente en la formación sino en la vida diaria del bailarín?
Para la danza moderna de nuestra época, el ballet es la base. Para la vida diaria no es necesario, aunque sí ayuda a tener un cuerpo bello.
En cuanto al concepto de repertorio. ¿Cómo ve el futuro del repertorio moderno, lo que debe quedar y permanecer para el futuro?
¡Debe conservarse todo cuanto tenga calidad!
Ruhr-Ort. Susanne Linke. Compañía Renegade. Teatros del Canal, Madrid. Del 13 al 15 de noviembre. Festival Internacional Madrid en Danza.

Carme Portaceli: “El meu teatre no vol «sitcom»”

$
0
0

Font: Jordi Bordes (elpuntavui.cat)
Carme Portaceli és de les directores de teatre lluitadores. Per la seva militància a un teatre compromès i la voluntat que els actors siguin potents en totes les sessions i pel seu treball incansable. Sense ella pretendre-ho, ara veu com coincideixen Krum, al Lliure de Gràcia (es va estrenar al Festival Grec i comença temporada demà mateix), i El president, a la Sala Tallers del TNC, estrenada el 25 d'octubre a Temporada Alta. Convençuda que cal defensar la discriminació positiva en els càrrecs de direcció, es va quedar a les portes de la direcció del Centro Dramático Nacional (CDN) i també del Teatre Nacional de Catalunya (TNC). És una de les veus que entren a totes les travesses en cada nova convocatòria. Ella, mentre treballa amb la Factoria Escènica Internacional i a l'Institut del Teatre, on ara està dirigint, tots els matins els alumnes de quart que preparen El drac d'or. Quasi res.
Bernhard marca com s'han de pujar les seves obres a escena...
Són una partitura. És com Pinter, que marca molt clar què és una pausa curta i què un silenci. És imprescindible seguir aquestes pautes perquè els autors saben el recorregut interior dels personatges per cada rèplica. Si no compleixes amb els temps, no es pot entendre com han arribat a aquelles conclusions.
No seria millor titular-la La presidenta?
M'agrada molt el personatge de la presidenta. Però és el president el que mana i el que rep l'amenaça de mort.
Però ell haurà d'acceptar que el gos entri al llit durant anys i també és ella la que li recomana que viatgi a Estoril, després de l'atemptat.
En realitat el personatge pateix un lapsus linguae. Diu que la seva dona li ha dit “vés a Estoril...” però acaba la rèplica dient “vaig dir-me”. Ella es posa histèrica amb la mort del gos; ell és el que decideix fer un funeral d'estat pel coronel.
És original la referència a l'atemptat a la dona del president del Tribunal Constitucional?
Sí, perquè Bernhard sap bé què ataca. A les nostres funcions el públic riu.
No seria el mateix fora de la situació de descrèdit polític d'avui... S'ha d'aprofitar la coincidència?
No, no cal.
Rosa Renom fa una genial presidenta amb aires que recorden el clown. És buscat?
El meu teatre sempre fuig del naturalisme i està molt marcada la gestualitat. És la manera de fer teatre que vaig aprendre fent d'ajudant de direcció de Fabià Puigserver quan era una nena des de Fulgor y muerte de Joaquín Murrieta, i depsrés amb El MisantropL'hèroe Al vostre gust.... Jo crec en el teatre que posa el diafragma més amunt; no pots treballar com si fos una sitcom. No vam marcar gens l'aire de clown però sí que és veritat que Bernhard té un toc de grand guignol perquè és sarcàstic amb els personatges que ataca. A El muntaplats, de Pjnter, vaig entendre que els protagonistes eren clowns, sense ser-ho. Si segueixes el que demana l'autor sortirà de forma natural. Els canvis de la presidenta porten a veure aquest to de clown.
El protagonista de Krumel Crosta, recorda el marit d'Hedda Gabler, incapaç d'acabar res. Hanoch Levin és deixeble de Txèkhov?
Imagino que hi conflueixen perquè són personatges universals. Són personatges perdedors d'una societat que proposen somnis impossibles.
Per això els dóna un aire de farsa, desproporcionat?
Trio obres que ensenyin que hi ha molt més al darrere. Levin tria uns personatges que només saben volar baixet. Quins somnis té una persona de la Mina? Suposo que deuen ser com els de tots, però no es compliran mai. Hi ha una noia a Krum que desitja treballar de caixera fora del barri i que un home del barri del nord la tregui d'aquell ofici. Com si fos la Julia Roberts de Pretty woman. Levin és un gran poeta israelià que es representa sovint a França i a tot el món. L'altre dia va visitar al Lliure de Gràcia el director polonès Kristian Lupa. Quan li vaig dir de quin autor era la funció que preparava sabia perfectament de qui es tractava. Fa temps que volia fer aquest espectacle però costava perquè té un repartiment molt gran...
Un repartiment ampli com el de La nostra classe (Grec, 2011), d'un altre autor inèdit a Catalunya, Tadeusz Slobodzianek.
En aquella ocasió vam tenir la sort que el llavors director del Grec, Ricardo Swarcer, va llegir l'obra i el va impactar. La vam fer amb els mínims pressupostaris possibles i també vam fer temporada a Madrid. És una obra que voldria recuperar un dia a Barcelona perquè només va estar 21 dies en cartellera.
Ara té dues produccions notables, al Lliure i al TNC. Creu que propiciarà el trànsit dels espectadors dels dos teatres?
No ho sé. Hi ha ciutats en què el públic és molt d'un teatre o d'un altre. Però aquí no em sembla que hi hagi tanta divisió. El públic viatja del TNC al Lliure i viceversa, tot i que hi ha fórmules com els abonaments que busquen fidelitzar el públic en cada equipament. La veritat és que ningú va buscar aquesta coincidència. Quan vaig reprendre Krum el cap se'm va col·lapsar. Per sort, només va ser el primer dia. Aquestes coincidències no solen ser tan boniques com semblen.
És millor dirigir a Madrid que a Barcelona? Hi va haver una època que tothom agraïa una direcció a l'Español de Mario Gas...
Els artistes també ho estan passant malament a Madrid. El que passa és que generalment ens contracten els teatres públics i així és més fàcil. Ara estem fent una coproducció de Las 2 bandoleras amb la Compañía del Teatro Clásico. Els recursos econòmics els ha posat quasi tots el teatre i la Factoria Escènica Internacional (FEI) hi ha posat la feina.
Aquest treball haurà de permetre noves produccions...
Des que el ministeri ha creat el programa Platea l'Inaem paga el 65% i l'altre 35% s'ha d'aconseguir de taquilla. Els ajuntaments, que ja no tenien recursos per fer programacions, ara no han de fer res. Hem anat a ciutats que no han penjat ni un sol cartell anunciant la nostra obra. Totes les companyies estan destrossades. Estan aconseguint carregar-se les petites empreses teatrals.
Què en pensa, de les programacions del TNC i el Lliure, equipaments en què va constar com a candidata?
Del Lliure mai he estat candidata. Sí que ho vaig ser del CDN i del TNC. Pel que fa al TNC, combrego totalment amb el que està fent Xavier Albertí. Lluís Pasqual està aconseguint omplir el teatre i, a més, portar el més interessant del que es mou per l'Estat espanyol.
On es troben les dones en la cúpula dels teatres?
En general, les dones patim una invisibilitat al llarg de la vida. És difícil que et facin cas. Només cal mirar quantes dones ocupen direccions en equipaments oficials, amb dotació econòmica. Helena Pimenta, que dirigeix ara el Clásico dels cinc grans equipaments estatals, és l'excepció. I que n'hi hagi una, ja es considera suficient.
Cal establir quotes, doncs?
Si no es fan, no trencarem mai la dinàmica històrica. No pot ser que siguem tan inútils si sortim més ben preparades de les universitats i tenim una actitud a la vida diferent, que ara és molt és adequada. Cal discriminació positiva.

Neix un circuit gironí de sales per a petits formats

$
0
0

Font: ACN via ara.cat
Disciplines escèniques com el 'clown', els monòlegs, els contes per adults, el teatre, les titelles, la màgia o la 'performance' seran protagonistes a la Xarxa Gironina de Cafè Teatre, el nou circuit de sales de petit format de diferents punts de les comarques gironines. Entre els municipis implicats hi destaquen sales de Sarrià de Ter, Figueres i Platja d'Aro, que acolliran un espectacle mensual que es podrà veure a les tres localitats.
L'Associació Gironina de Teatre (AGT), l'organitzadora d'aquesta xarxa, va iniciar el 2010 el cicle de cafè-teatre 'Les nits del Coro', una proposta que ja va per la cinquena temporada amb més de 60 espectacles portats a l'escenari. El 2014, la Catequística de Figueres es va afegir a la idea amb l'organització de Les Nits Golfes de La Cate, així com un nou espai, el Centre l'Avenir Fanalenc de Platja d'Aro. Nascuda el 1990 l'AGT és una entitat sense lucre que té com a socis a molts dels professionals de les arts escèniques gironines per defensar i desenvolupar el desenvolupament de l'activitat teatral a comarques gironines.

Marthaler i Sergio Boris, a la recerca de l’amor a Girona

$
0
0
Font: Laura Serra (ara.cat)
Dos dels noms internacionals més esperats del festival Temporada Alta -les suggerents atmosferes de Christoph Marthaler i la descoberta argentina de l’any, Sergio Boris- coincideixen aquest cap de setmana. Tots dos espectacles exploren els vincles familiars i l’amor però des de perspectives teòriques i estètiques situades en pols oposats. 
El primer serà Marthaler, que presentarà el seu cinquè muntatge al Temporada Alta, en el que serà l’estrena a l’estat espanyol (divendres i dissabte a El Canal de Salt). A King size -irònicament la seva obra de més petit format, a la foto- situa un llit XXL al centre de l’escenari i fa girar al seu voltant una parella, una dona que apareix a l’habitació i un pianista, seguint la partitura que marca la música. “Potser no s’entén ben bé què hi fan i qui són aquestes persones -avisa l’actriu Tora Ausgestad-, i tot està envoltat d’una atmosfera secreta, però a nivell musical és una espècie de repàs de la història de la música”. Sona pop francès i alemany, chanson, The Kinks i Jackson 5, Satie i Wagner, Schumman i una cançó d’Eurovisió 91. El resultat, una vetllada musical amb un toc de melancolia, situacions insòlites i personatges que “intenten comunicar-se, trobar-se i enamorar-se”, diu l’actriu. I això que la primera regla del director va ser que els actors no es podien mirar als ulls. “Veient l’obra pots sentir que la vida no és mai tan meravellosa com sembla a les cançons”, afirma Ausgestad. 
L’altre espectacle que es podrà veure per primera vegada a l’Estat (dissabte i diumenge a la Sala La Planeta) és Viejo, solo y puto, de Sergio Boris. La companyia portenya va trigar dos anys a bastir un espectacle sobre els llaços d’afecte que es tracen a la rebotiga d’una farmàcia de l’extraradi de Buenos Aires. Dos germans, un visitador mèdic i dos transvestits són els protagonistes d’una obra que defuig el retrat social -i esquiva el tòpic de l’home de classe mitjana torturat per un amor equivocat, precisa el director- i se centra en “l’amor com a vici, com a fatalitat”. 
Viejo, solo y puto és una altra de les perles rescatades del teatre alternatiu argentí, en què els artistes treballen “ sin plata ” i sense esperar treure’n rendiment. I malgrat això, l’esforç s’ha vist recompensat: l’obra té vida des del 2011 i ha passat amb èxit per Europa.

Retaule shakespearià de màgia, equívocs i amor

$
0
0

Font: Belen Ginart (ara.cat)
El somni d’una nit d’estiu és, segons els estudiosos de l’obra de Shakespeare, la millor de les seves comèdies romàntiques. El director escènic Joan Ollé confessa que a ell no li agradava gaire. “Però és que no l’havia llegit bé”, aclareix. Ara s’hi ha capbussat a fons i amb l’ajuda del crític René Girard, el dramaturg Peter Brook i l’assessora literària de l’obra al TNC, Lola Jossa, s’ha enamorat d’una esquitxada d’equívocs, de màgia, de contrastos entre fantasia i realitat. Sovint -en el teatre però també en el cinema i la música- l’obra s’ha representat adornada de flors i violes. Ollé, que hi ha sabut trobar la part més crua, “el malson de l’amor”, ens ajuda a desgranar els personatges clau d’una obra coral.
Oberon (Lluís Marco) És el rei del bosc. Un rei malenconiós que beu xampany francès. Ha viscut tants milions d’anys que ja ho ha vist tot. Ja no el mou cap malignitat ni picaresca, però està enfadat amb la seva dona, Titània, perquè ha adoptat una criatura vinguda de l’Índia que el rei vol per al seu seguici. Potser li fa mal no haver donat un fill a la seva dona.
Titània (Mercè Arànega) Reina del bosc. Té un seguici de fades amb les quals organitza festes harmonioses: és el conclave feminista. Es mouen en un paisatge de flors i bellesa, però al bosc també hi ha molts llimacs, escarabats i salamandres. No són ben bé una parella d’amants en actiu, i han decidit organitzar els cors dels altres. Com que ells no s’avenen, a la Terra les coses no funcionen com ho haurien de fer. La parella de reis té alguna cosa dels protagonistes de Les amistats perilloses, i per això a l’obra tenen un look del segle XVIII. 
Teseu (Pere Eugeni Font) Duc d’Atenes. És el polític de grans discursos, un parauler que no para d’autoproclamar la seva bondat. Representa el teatre de la política. Va capturar Hipòlita, reina de les amazones, però mentre prepara el casament amb ella ja s’està enviant SMS amb Fedra. Es troba atrapat en els excessos de la llei.
Hipòlita (Victòria Pagès) Reina de les amazones, conquerida per Teseu. És una dona del bosc portada a la ciutat. Tant el seu com el de Teseu són papers breus, però comparteixen el moment culminant: aquell en què Teseu diu que no creu ni en l’amor ni en la poesia, perquè els poetes i els enamorats deformen la realitat. Hipòlita li fa notar que la cara de felicitat dels enamorats de l’obra és autènticament real.
Troca (Xicu Masó) Personatge clau de l’obra en tant que principal representant del grup dels artesans, gent del poble que en el casament de Teseu i Hipòlita obsequien els nuvis amb la representació teatral d’una tragèdia terrible on es diu que l’amor és una porqueria. És l’home que es veu capaç de fer tots els papers. Puck el converteix en ase i, per art de la màgia trapella del follet, Titània se n’enamora.
Puck (Pau Vinyals) És un follet “una mica Tim Burton”. És l’energia d’Oberon, però sempre s’equivoca, sovint amb una intenció juganera. És un trapella a qui li agrada provocar confusió a fi de divertir-se. Per això executa amb picaresca les ordres que li dóna el rei, i amb la màgia de les flors fa que els enamorats mudin la diana del seu desig. “Shakespeare va escriure la peça per al casament d’un amic i això el fa contenir-se, però aquesta és una obra sobre la volubilitat de la condició humana, que no necessita flors per canviar l’objecte del seu amor”.
Hèrmia (Claudia Benito), Helena (Laura Pujolàs), Lisandre (Albert Prat) i Demetri (Guillem Motos) Són els quatre personatges joves de l’obra, i formen dues parelles d’enamorats una mica desequilibrades per culpa de la màgia que Puck aplica de manera arbitrària. “Són personatges sense personalitat pròpia, fan una mena de ménage à quatre ”. Fugen al bosc per escapar de les lleis d’Atenes, que obliguen les noies a casar-se amb el que el seu pare vulgui, i en arribar-hi es troben amb les lleis del bosc.  
'El somni d’una nit d’estiu', de William Shakespeare. Dir.: Joan Ollé. Amb Joan Anguera, Mercè Arànega, Clàudia Benito, Enric Majó, Lluís Marco 
TNC (Barcelona). Del 19 de novembre al 18 de gener

KING SIZE

$
0
0

DRAMATURGIA: MALTE UBENAUF
DIRECTOR: CHRISTPH MARTHALER
INTÉRPRETES: TORA AUGESTAD, BENDIX DETHLEFFSEN, MICHALE VON DER HEIDE y NIKOLA WEISSE
DURACIÓN: 1h 20min
PRODUCCIÓN: THEATER BASEL (SUIZA)
EL CANAL (TEMPORADA ALTA)

Simplemente era internacional y se tenía que ver. Pero quizás los que íbamos con la idea de ver alguna cosa diferente nos quedamos con las ganas. Y pudimos pensar eso de porqué son de fuera... Lejos de la media decepción a la salida, de las esperanzas frustradas, quizás sí, la tenía que ver.

King Size es una opera musical o un musical operístico, apenas con tres intervenciones textuales, mucho juego con el lenguaje no verbal y demasiada música. Risas o sonrisas en algunos momentos, una historia disparatad a la par de surrealista. Un juego en el que sí entras te atrapa, aunque al final puedas no sentir nada, simplemente ver que has pasado de nivel o te has quedado en el mismo. 

Disparates hay muchos, te puede gustar o no los musicales, puedes entender la historia, pero las interpretaciones te asombran, la ductilidad de los actores, conjuntamente con una escenografía que, cuando deja entrever sus escondites, capta una atención perdida entre música y gorgoritos.

No hay finales perfectos, pero quizás los últimos minutos sean donde te llega algo, aunque la oportunidad ya la han perdido. Tu atención se ha apagado mucho antes del fundido a negro. Quizás esperaba demasiado o quizás no estaba preparada para lo que me ofrecieron, pero salí por la puerta igual que entré, mala señal.

ARBRES

$
0
0


AUTOR: MARC ARTIGAU I QUERALT
DIRECCIÓN: ALEIX FAURÓ
INTÉRPRETES: ISIS MARTÍN, CARMELA POCH y NORBERT MARTÍNEZ
DURACIÓN: 1h 20min
PRODUCCIÓN: LA VIRGUERIA
SALA BECKETT

Me gusta cuando un texto me desconcierta, cuando no entiendo qué está pasando en escena, cuando a mitad de la obra en medio de mil teorías que sobrevuelan en mi cerebro el autor decide dar un paso y eliminar unas cuantas, y cuando ya te habías decidido por la ganadora, te das cuenta de que todo adquiere un significado completamente diferente.

La dramaturgia de Arbres es de estas, te atrapa entre sus hojas, no entiendes nada, todo te resulta irreal, hasta que una vez atrapada, te desvela uno a uno y poco a poco sus misterios. Una obra de teatro es la suma de sus elementos y aquí además de un gran texto, su la otra baza de su éxito es la puesta en escena. Entre brumas, sombras, oscuridades y el bosque que nos encontramos en la sala, los diferentes espacios en los que se transforman han sido meticulosamente trabajados para que nuestra imaginación lo transforme todo en un ambiente donde la magia va más allá de las palabras.

Pero Arbres no es sólo texto ni escenografía, la manera de interpretar también dice mucho sobre lo que estamos presenciando. Cuidadas interpretaciones que destilan naturalidad, en una atmósfera que necesita más, por lo que la elección de combinar, texto, gestualidad con un importante toque de movimiento corporal y danza le otorga a la pieza hipnotismo, una sensación de que aunque te estés perdiendo en el bosque alguien va venir a rescatarte.

Quizás me sobre alguna que otra repetición en el texto, que me hace abandonar el camino que previamente ha sido marcado, pero la ambientación lo resuelve y queda más o menos diluido. He salido tocada por algo etéreo, lleno de metáforas, entre algodones de una historia llena de ternura y maldad, he sido árbol, rama, tronco y hojas. Después del paseo por el bosque, la claridad ha sido un estímulo para saber que hay mucha vida teatral en la sombras. ¡Encendamos la luz!


La Virgen baja a la tierra

$
0
0

Fuente: Rocío García (elpais.com)
En la vida hay premoniciones y la que ha unido a Agustí Villaronga y Blanca Portillo en El testamento de María parece haber sido una de ellas. Fue el callejón de salida de actores del Teatro Español, en Madrid, el testigo de este destino, hace ya unos meses. El cineasta Villaronga salía del centro donde acababa de dejar una propuesta para estrenarse como dramaturgo con El testamento de María, de Colm Tóibín. En el despacho ya había sugerido un nombre para llevar a escena este portentoso monólogo: Blanca Portillo. Nunca habían trabajado juntos y no se conocían personalmente. Ella, ajena a la propuesta, se topó con Villaronga, mientras tomaba un café en el bar del callejón. Se miraron, pero no se atrevieron a presentarse. Lo recuerdan hoy entre carcajadas. "Yo le reconocí y me dio vergüenza acercarme. ‘Mira, si no se acuerda de mí’, pensé", dice Portillo. Fue una media hora larga en la que Villaronga, incluso, disimulaba y se levantaba a buscar tabaco y miraba de reojo con la esperanza de que avanzara ese deseado encuentro casual. Esa tarde no rimó la vida. Cada uno se fue a su casa. Ya por la noche, Villaronga le puso palabra a ese cruce fortuito, "premonición", e inmediatamente se puso en contacto con ella para enviarle el texto. El flechazo para la actriz fue seco y directo. "Nada más leerlo dije que sí. Me conmovió profundamente. Hacía mucho tiempo que no leía un texto teatral que a la primera me perturbara tanto. Es tan poderoso, lloré tanto leyéndolo que no lo dudé ni un segundo. Sabía también que en manos de Agustí se iba a convertir en una bomba".
Y la bomba ya ha llegado. El testamento de María se estrena el próximo miércoles en la sala Valle Inclán del Centro Dramático Nacional, en Madrid, y llegará al Lliure el año próximo. Tras las críticas y el éxito cosechados en los cuatro días que la obra se representó el verano pasado en el Festival Grec, esta función promete convertirse en una de las propuestas más potentes y convulsas de esta temporada.
En el texto, el autor irlandés Colm Tóibín baja a la tierra a la mismísima Virgen María y la representa como una mujer de pueblo, desgarrada y dolorida que, tras la violenta muerte de su hijo Jesús, rememora los extraños acontecimientos que le ha tocado vivir. Hay varias versiones del relato de Tóibín. La primera fue escrita por el autor irlandés para Meryl Streep, quien, finalmente, lo acabó sacando en una especie de videobook. Hubo un segundo texto que estrenó Fiona Shaw en Nueva York. Finalmente, a partir de este material, Tóibín se decidió a publicarlo en forma de novela —editada en España por Lumen—. Villaronga reconoce la suerte de toparse con este relato y con unas versiones no tan diferentes, pero que a él le han permitido bucear y hacer una criba para plantearse algo más que un monólogo teatral. "El poder de la palabra en un monólogo es enorme, y aquí sigue siéndolo, pero también hay un motor de acción que permite que el texto descanse no solo en la palabra, sino en la gestualidad y la acción". Todo un reto para este cineasta mallorquín, realizador de Pa negre, filme con el que consiguió en 2011 el espaldarazo del público y el reconocimiento de la profesión con nueve goyas, 13 premios Gaudí y la Concha de Plata en San Sebastián a mejor actriz para Nora Navas. Villaronga debuta ahora como director teatral: "El relato de Tóibín me llegó por azar, caído del cielo, como el hecho de tener a Blanca conmigo. Ella me ha quitado mis miedos de novato teatral. Me he sentido muy protegido. Y este texto es perfecto para mi estreno. Comencé en el teatro y siempre he tenido una atracción especial por el teatro, tenía muchas ganas. Hasta ahora me habían llegado propuestas, pero las había rechazado".
Son muchas las cosas que Villaronga y Portillo quieren celebrar juntos y no lo ocultan. Reunidos por Babeliaen Valladolid —donde la actriz estrenaba como directora Don Juan Tenorio—, reflexionan sobre su encuentro "feliz", "muy feliz". Un pausado y elegante mallorquín de 61 años frente a una apasionada y combativa madrileña de 49. Los dos consagrados ya en su profesión: premio Nacional de Cinematografía (2011) Villaronga, premio Nacional de Teatro (2012) Portillo. Dicen que todas las chispas que han saltado han sido positivas. "Como no nos conocíamos personalmente, solo teníamos que encontrar el código de comunicación. Es una cuestión de temperamentos, de ritmos vitales. Agustí tiene las ideas muy claras, con una gran capacidad para ver el personaje y las situaciones", dice Portillo. Enfrente, silencioso y atento, escucha el director. "Ella ha aportado muchas cosas como actriz sabia que es, y combina la parte humana y la sabiduría teatral". Portillo añade que disfruta poniéndose en manos de un director: "No tengo el más mínimo problema. Me olvido inmediatamente de mi faceta de directora. No hay nada más hermoso que confiar en la cabeza y el corazón de quien te va a dirigir. Luego aportas, indudablemente, porque cada uno tiene sus propias experiencias y sensibilidades. Es entonces cuando se establece un código de confianza, no de imposición", contesta la actriz.
—¿Cuál ha sido la atracción de El testamento de María?
Agustí Villaronga. Es un texto de enorme humanidad. No me interesa nada de lo que teóricamente puede tener de irreverente, de si se pone en duda a la Virgen o no la Virgen, de la Iglesia o no la Iglesia. No se enjuicia a la Virgen María. Estamos ante un drama humano con un personaje que es un icono en nuestra cultura, colocado en los altares. Tóibín lo baja a la tierra, y de repente es una mujer de pueblo, con todas sus carencias, su sensibilidad enorme y cómo se enfrenta a ese hijo que es un enigma. A lo largo de la historia hemos visto cómo las ideologías han provocado auténticas barbaridades. En este caso, es una madre que cuenta cómo la idea de la religión se ha apoderado internamente de la vida de su hijo y la tragedia que ha provocado en su entorno íntimo. Es una madre que pierde a su hijo y lo va explicando a su manera. Algo que vemos constantemente a nuestro alrededor, en Irán por ejemplo, donde las luchas por unas ideologías o unas banderas patrióticas provocan grandes desastres.
Blanca Portillo. Es muy inteligente por parte de Tóibín elegir a un personaje como la Virgen, porque no es contar la historia de cualquier madre, es la madre por excelencia.
A. V. Podía haber elegido a la madre de un terrorista del IRA.
B. P. Efectivamente. Esa idea del fanatismo, del destrozo que causa alrededor, el hecho de contarlo a través de la madre de todas las madres es de una inteligencia enorme. A mí tampoco me interesa nada la posible transgresión en torno a la religión. La función no va de eso. Uno de los hallazgos del planteamiento de la dirección es ese. Lo primero que me dijo Agustí es que esa madre es de la tierra. No hay nada divino. Es una mujer a la que puedes encontrar en la calle en cualquier parte del mundo.
A. V. Es la madre de un hijo al que ponen en los altares y ella no sabe muy bien por qué. Ella no cree que su hijo sea especial, no entiende a los discípulos que le siguen con adoración. No lo entiende y teme el peligro que eso puede suponer. La Virgen es un personaje muy poco definido en los Evangelios, es una mera comparsa. Poder descubrirla desde el punto de vista histórico y no religioso es magnífico.
B. P. Está despojado de religiosidad, pero no de espiritualidad. Ella tiene emociones muy elevadas y una percepción y una sensibilidad enormes. Eso es espiritualidad. En su dolor real es mucho más sagrada que en la imagen de unos ángeles llevándosela a los cielos. El ser humano es sagrado en sus dolores y en sus miedos. Ese mensaje que traslada el texto es tremendamente actual. Las guerras y el sufrimiento no merecen la pena. No es justo provocar tanto dolor. María se pregunta: “¿Merece la pena tanto dolor para decir que se salvó a la humanidad? ¿Al mundo? ¿A todo el mundo?”.
A lo largo de la hora y cuarto que dura la función, en una especie de retablo o habitación de la memoria, María, el personaje, más que contar recuerdos, los vuelve a vivir, entra y sale del presente al pasado a través de objetos que la van trasladando a ciertos momentos de su vida, y con un texto simple, nada farragoso y hermosísimo. Y suelta su verdad, aunque sea contradictoria con lo que dicen otros. Ella, que ha sido testigo privilegiado, sabe lo que vio y lo que pasó y se enfrenta a todos aquellos que quieren construir algo que se supone que va a cambiar el mundo. Todo un conflicto entre la memoria histórica y la personal. Ya lo dice María en el relato: "La memoria forma parte de mí, como la sangre, los huesos, la carne". Y así lo ve Blanca Portillo, que con este relato se enfrenta al primer monólogo de su carrera: "Estaba aterrorizada. Siempre he pensado, y se lo dije a Agustí, que el gran trabajo de un actor te lo hace el compañero. No hay nada como mirar a los ojos del compañero. ¿A quién iba a mirar yo ahora? ¿De dónde iba a sacar los recursos para hacer mi trabajo? Pero esto es mucho más que un monólogo, es un espectáculo, un puro juego teatral, en el que están casi presentes los personajes con los que ella convive. De repente, tenía ojos a los que mirar aunque no estuvieran ahí. Y, sobre todo, tengo más presente que nunca los ojos de los espectadores. Es una función con mucha acción, con conflictos, distintos y permanentes. Pero al principio el vértigo fue horroroso. Nunca he buscado hacer un monólogo. Tenía que aparecer algo y alguien para que yo me lanzara a esta locura".
Villaronga parece más que dispuesto a repetir la experiencia teatral, aunque tendrá que ser después de El rey de La Habana, una película largamente acariciada y aparcada otras tantas veces que comenzará a rodar a primeros del año próximo en la República Dominicana, tras la negativa de Cuba a permitir que se rodara allí. El rey de La Habana se sumará a la filmografía de Villaronga, que incluye Pa negre y la serie televisiva Carta a Eva. El proyecto nuevo se basa en la novela homónima del escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez y relata la vida de un adolescente que escapa de un correccional y se lanza a las calles de la capital cubana en un momento de gran inestabilidad y pobreza. Pero hay algo que ha descubierto el director sobre la escena teatral que le tiene arrebatado. "En lo esencial no creo que el teatro esté lejos del cine y la televisión, solo son formas distintas, pero sí he encontrado mucha armonía. Todo ha sido muy tranquilo, con un equipo pequeño, frente a la locura del cine. Quiero repetir la experiencia porque creo que en el teatro pierdes menos cosas por el camino que en el cine. En una película estás a merced de tantas cosas que solo sobreviven unas pocas. En el teatro sobreviven casi todas tus ideas iniciales. Con El testamento de María no solo ha sobrevivido todo, sino que ha crecido, algo que creo es impensable en el cine".
A Blanca Portillo le espera a principios de enero el estreno en el Teatro Pavón de Madrid como directora de Don Juan Tenorio, la obra de José Zorrilla en versión de Juan Mayorga. Ella sigue conservando una parte de esa magia independiente con la que se acercó al teatro hace ya tantos años y que busca a través de producciones propias: "La clave está en el disfrute. Cuando empecé me dije a mí misma que lo único que quería era trabajar en esto. Conseguirlo ya es muy grande. La vida te da lo que esperas de ella si se lo pides. Hay que estar siempre con la antena puesta, desearlo por lo menos. Hay algunas cosas que te llegan y otras que es necesario buscarlas debajo de las piedras".
Bajo las piedras no, pero sí bajo la tierra, así es como quiere morir María en su testamento de Tóibín. En busca de una paz que no ha encontrado en vida. "Artemisa, diosa de todo lo que crece, libérame. Llévame hacia la oscuridad más calma y que allí encuentre lo que tenga que encontrar, ya sea el silencio o alguien hablando, incluso puede que los muertos que he conocido, o tal vez sus tristes sombras susurrantes. Ansío dormir en la tierra seca, volverme polvo en la paz más absoluta, con los ojos cerrados, en un lugar cercano y lleno de árboles".
El testamento de María. De Colm Tóibín. Adaptación y dirección: Agustí Villaronga. Traducción: Enrique Juncosa. Intérprete: Blanca Portillo. Centro Dramático Nacional. Madrid. Del 19 de noviembre al 21 de diciembre.

"Ocho apellidos vascos" tratará de seguir su éxito en el teatro

$
0
0

Fuente: abc.es
«Ocho apellidos vascos» tratará de continuar su éxito en el teatro. En enero de 2015 se estrenará en el teatro Marquina de Madrid «Más apellidos vascos», una obra que sigue la estela de la película dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, que ha sido el fenómeno cinematográfico en España este año. 
El texto de la obra lo han escrito Diego San José -uno de los guionistas del cine junto a Borja Cobeaga-, Roberto Santiago Pablo Almárcegui. La producción es de LaZona (que también produjo la película), la dirección de Gabriel Olivares, y los intérpretes serán Cecilia Solaguren, Rebeca Valls, Leandro Rivera y Carlos Heredia. En declaraciones a la Cadena Ser, Diego San José ha explicado que el objetivo de la obra es «llevar la clave de humor de la película al lenguaje teatral, no tanto el argumento, sino el mecanismo que hay detrás de la película, el choque de identidades entre el norte y el sur para que aquel que ha visto la película pueda seguir riéndose con el mismo tipo de humor, pero aplicado a otro formato».
La obra, compuesta por ocho historias cortas, presenta a personajes diferentes que los que había en la película, y presentará, según San José, distintas circunstancias, como vascos pasándolo mal en Andalucía, lo contrario de lo que ocurría en la película.
«Ocho apellidos vascos» se estrenó el pasado 14 de marzo, y se ha convertido en el mayor éxito cinematográfico del año, con más de 8,6 millones de espectadores en los cines y una recaudación superior a los 51 millones de euros.

La porta europea del festival Temporada Alta

$
0
0

Font: Antoni Ribas | Laura Serra (ara.cat)
La creació contemporània nacional i internacional ha sigut el principal dinamitzador del Temporada Alta dels últims anys. A nivell creatiu, acollint les propostes europees més trencadores i internacionalitzant les catalanes, i també com a revulsiu del seu model de festival, buscant complicitats amb nombrosos festivals d’arreu d’Europa. El moment culminant de la creació més arriscada dins el festival és la Setmana de Programadors, ara rebatejada com la Setmana de la Creació Contemporània. 
Des de dijous fins diumenge el Temporada Alta, amb la col·laboració de l’Institut Ramon Llull, aplegarà 70 programadors, 30 dels quals vénen de festivals i institucions com l’Odéon de París, el festival Foreign Affairs de Berlín, el Teatro Stabile del Veneto, el Festival VIE de Mòdena i la Scène Nationale La Filature de Mulhouse, perquè vegin dotze espectacles i descobreixin el panorama escènic català.
L’amor poètic i dantesc
Angélica Liddell estrena un altre espectacle al festival, ‘Tandy’
Angélica Liddell ha estrenat quatre espectacles al Temporada Alta en els últims cinc anys, i demà obrirà la Setmana dels Creadors amb l’estrena a l’Estat d’un nou muntatge, Tandy (El cicle de les resurreccions). A més d’aquesta dramaturga, guardonada el 2012 amb el Premio Nacional de literatura dramàtica, la Setmana de la Creació Contemporània comptarà amb dos reclams internacionals de primer nivell: Romeo Castellucci, amb Juli Cèsar. Trossos, i Jan Fabre, amb el solo Attends, attends, attends... (Pour mon père).
“Crec que l’amor és una malaltia, però no l’abordo des del punt de vista de la patologia, sinó des del punt de vista poètic”, explica Liddell sobre la història de Sherwood Anderson sobre un borratxo que s’enamora d’una nena de set anys en què està basada Tandy. L’autora, a més, ha fusionat el text amb els seus propis diaris per construir un viatge iniciàtic que li recorda l’amor que Dant sentia per Beatriu i el viatge dels inferns al paradís de la Divina Comèdia i que no està faltat de la seva potència habitual.
“Cada solo que he creat és el fruit d’una empatia personal, gairebé íntima, amb els meus intèrprets”, diu Jan Fabre. “Els meus Guerrers de la Bellesa, com els anomeno, són la meva principal font d’inspiració i la meva única eina per portar la meva feina a l’escenari”, afegeix. El protagonista, i punt de partida d’ Attends, attends, attends..., és l’actor Cédric Charron. A l’obra interpreta un fill “que manté un diàleg imaginari amb el seu pare en el qual li demana que esperi i que sigui pacient; li demana al pare que s’obri al seu temps per tornar a ser un nen una altra vegada i preparar-se per a la mort”, diu Fabre. 
La setmana comptarà amb un altre nom consagrat, en aquest cas del terreny del flamenc. Israel Galván desembarcarà divendres al Teatre Municipal de Girona ambFla.Co.Men. “Hi he treballat amb la ment posada en una idea que era abandonar Israel Galván i buscar, amb la directora d’escena, Patricia Caballero, alguna cosa gran dins les coses senzilles i que girés cap a un flamenc més desemmascarat”, diu el coreògraf sevillà.
Els ‘radicals’ catalans
Xavier Bobés reflexiona sobre el teatre d’objectes amb ‘Monstres’
Els llenguatges escènics sense text, com la dansa i el teatre d’objectes, són els més fàcilment exportables dins una convocatòria internacional com la Setmana de la Creació Contemporània. Un dels noms catalans més destacats a Catalunya en aquesta última disciplina és Xavier Bobés. La seva nova creació, Monstres, es podrà veure divendres a la nit al Teatre de Salt, després d’estrenar-se a finals de setembre al TNT del Centre d’Arts Escèniques de Terrassa, i està concebut com una reflexió sobre els papers dels manipuladors dels objectes que apareixen en el teatre d’objectes. “El manipulador sol ser el súbdit dels objectes, i a l’espectacle el cos del manipulador és com un objecte que manipula altres cossos, de maniquins -va explica Bobés-. Hem treballat en el límit personal en què un creador busca desxifrar quin és el vincle que té amb el que crea. El nostre costat fosc està més a prop del que pensem”, afegeix.
Nao Albet i Marcel Borràs s’han curat en salut amb la llengua del seu últim espectacle. Els sis intèrprets de Los esqueiters parlen en català, castellà, anglès, francès, italià i noruec. De fet, tret d’ells dos, els altres quatre intèrprets no són actors sinó skaters que reflexionaran sobre què fa lliures les persones.
La collita dels anys 80
El projecte #FF80 arriba al final del seu recorregut
El Temporada Alta i El Graner, el centre de creació del Mercat de les Flors, van engegar el 2012 el programa triennal FF80 per donar suport a un grup de coreògrafs i ballarins, sobretot nascut als anys 80, sovint formats a l’estranger i que no ho tenien fàcil per tornar a Catalunya. Aquest any el programa arriba a la seva fi i encara no se sap en quin format reapareixerà l’any que ve, però de moment el públic podrà gaudir dels treballs d’El Conde de Torrefiel, La Veronal, Pere Faura, Aimar Pérez Galí, Maria Campos i Lali Ayguadé.
El barceloní Pere Faura presentarà divendres Sin baile no hay paraíso (La meva història de la dansa), un retorn al seu passat com a ballarí en què reinterpreta amb molt d’humor quatre peces essencials del seu imaginari com a coreògraf i ballarí: La mort del cigne de Maia Plissétskaia; Singing in the rain, el solo de Gene Kelly; You should be dancing, de Febre del dissabte nit, i Fase, d’Anne Teresa De Keersmaeker i Michele Anne de Mey.

La conexión alquímica entre Fausto y Pandur

$
0
0


Fuente: Saioa Camarzana (elcultural.es)

La mitología, la literatura y el cine han hablado mucho de esos hombres apesadumbrados con sus vidas que deciden vender su alma al diablo. El pacto consiste en adquirir una sabiduría ilimitada a cambio de los placeres terrenales. Algo que recuerda a la historia de Adán y la manzana del Árbol de la Ciencia aunque, tal vez, una de las historias más conocidas sea la de Fausto de Goethe. Un exquisito entramado que ha inspirado al director esloveno Tomaz Pandur (Maribor, Eslovenia, 1963) para traer al presente la historia de un hombre triste que decide abandonarse a Mefistófeles. Llega así la tragedia al Teatro Valle-Inclán a partir de este jueves. Una venta directa. 

Fausto es un gran poema dramático configurado más para ser leído que representado. Pandur, uno de los directores de teatro más vanguardistas del momento, adapta la historia y la expande a esferas morales y filosóficas que representan, a su vez, la historia intelectual de la humanidad. "Siempre se necesita aquello que se ignora y nunca podemos hacer uso de lo que sabemos", dice Fausto. El director crea una receta alquímica con el jugo que ofrece el espacio escénico transformándolo en un lenguaje propio. Mefistófeles, ese mal omnipresente, es el elemento a combatir cuando entra en juego el eterno deseo por lo que uno no tiene. Belleza, amor, sabiduría o juventud. 

Elementos todos ellos de la vida cotidiana. Pero Fausto hace un pacto de sangre y llega a conocer todas las virtudes por un instante. Saborea el alarde del poder, el respeto de la autoridad y el romanticismo del amor. Entra así en un terreno mágico, cósmico que le lleva a sentirse pleno pero el contrato firmado le devuelve a la realidad. A lo transitorio, a la levedad, a lo terrenal. 

Aunque la obra trata sobre la historia de un hombre que vende su alma al diablo, permite varias lecturas en el presente. Ese hombre moderno que se encuentra en la eterna búsqueda de sí mismo, de pertenencia al grupo, de las masas. Se trata de llegar a un acuerdo consigo mismo y con el mundo que nos rodea. En un mundo cada vez más globalizado todo resulta más mezquino y efímero. Fausto es el gran poema dramático y la obra cumbre de Goethe, una pieza en dos partes que transita por las etapas de la vida de Johann Georg Faust, el Fausto histórico, de quien se dice murió en el año 1540 debido a una explosión de elementos químicos con los que estaba trabajando.

Leyendas aparte, Goethe desgrana las etapas de la vida de Fausto y sus confrontaciones con Mefistófeles que no son, en realidad, más que formas de pensamiento. Una batalla entre el bien y el mal que empuja al ser humano a seguir hacia delante, hecho que el pensador cree fehacientemente es la fe en el futuro del ser humano. Así se explica, de hecho, en el texto:

- Fausto: Bien, y ahora dime, ¿quién eres?
- Mefistófeles: Una parte de aquella fuerza que siempre quiere el mal y el bien siempre crea. 

No es la primera obra que adapta Pandur en España. El año pasado hizo lo propio con Hamlet de William Shakespeare que fue estrenada en Las Naves del Español y protagonizada por Blanca Portillo. Tampoco era la primera vez que Portillo se metía en la piel de un personaje masculino (inolvidable su papel de Segismundo en La vida es sueño de Calderón), ni la primera vez que trabajaban juntos. Ya lo habían hecho en 2007 con Barroco. Además el director ha sido galardonado con varios premios internacionales como la Orden de Isabel la Católica en 2011. Un reconocimiento al trabajo de acercamiento cultural que realiza entre Eslovenia y España.

Pandur, que lleva años viajando por Europa con su compañía internacional Pandur Theaters, siente debilidad por los personajes que se recrean en su propia soledad y crean su propio universo en el escenario. La soledad de Hamlet, de Fausto, de Dante. Y de ahí la incomprensión a la que se ven sometidos sus protagonistas sea, quizá, la otra constante en su trayectoria. La eterna lucha de los solitarios contra el mundo, la tragedia de quien no se sabe desenvolver en la sociedad, la incomprensión de un individuo con su propia historia. Algo que, a su vez, deriva en la especificidad de cada sujeto, sus circunstancias y su momento. Crea todo un entramado que viaja de la soledad hasta la búsqueda de la trascendencia, un sometido diálogo filosófico con el propio ser. 

De ahí que haya escogido la obra de Goethe y la haya adaptado junto a Livija Pandur y Lada Kastelan. Entre todos tejen el entramado de uno de los mayores mitos europeos. Disecciona su psicología, sus temores y soledad, su amor y pasión. Da comienzo la obra en un momento clave de Heinrich Faust. Está en un alarde de gran fortaleza intelectual y, a la vez, en la cima de su desesperación y al borde del suicidio. Una antagónica contradicción en la que se encuentra perdido y le gustaría decir: "¡Detente pues, eres tan bello!". Porque como dice el propio Fausto, la belleza es indivisible y el que ha llegado a poseerla, antes que compartirla prefiere anonadarla. 

Angélica Liddell: "En estos momentos, la única opción es la anarquía"

$
0
0


Fuente: Javier López Rejas | Foto: Christopher Hewitt (elcultural.es)

El libro Winesburg, Ohio, del autor estadounidense Sherwood Anderson, encendió la chispa de Tandy, la nueva entrega de la incombustible Angélica Liddell (Figueras, 1966) que presenta este jueves en el Festival Temporada Alta de Girona, dentro de su Ciclo de las Resurrecciones. Fue al releer la obra cuando se dio cuenta de que se había convertido "en uno de esos personajes solitarios, grotescos, medio locos de amor, que necesitan crear sus propios dioses para sobrevivir a la imposibilidad de ser feliz". Entre esos personajes se encontraba el forastero y Tandy. A partir del texto, Anderson -y ahora Liddell con Monteverdid de fondo- plantea una cuestión fundamental: ¿son Dios y el amor una misma cosa? "Sherwood nos responde diciendo que necesitamos ser amados, que somos débiles, frágiles, y que no sabemos resolver el conflicto entre la necesidad de estar solos y la necesidad de amar y de ser amados".

¿Qué inercia le ha llevado a volver sobre Winesburg, Ohio?

Coincidió con un momento de mi vida en el que me estoy haciendo las mismas preguntas. Como Dante, en la Divina Comedia, llegados a la mitad de la existencia, metidos ya en una selva oscura, empezamos a necesitar un guía espiritual que nos conduzca a algún lugar donde la luz exista. Empiezas a pensar en la trascendencia, en el valor del espíritu por encima de la decepción de la carne... El mundo espiritual empieza a tener más importancia que el material. Te gustaría creer y deseas cosas que la vida ya no te puede ofrecer. 

¿Qué representan para usted sus protagonistas?

El forastero, que para mí es Dante exiliado, aunque algunos han querido ver a Cristo, extraviado también en la selva del alcoholismo, ve en la niña lo que nadie ve: ve a Dios. Se enamora de ella, del mismo modo que Dante se enamora de Beatriz, se produce una fusión entre el amor sacro y el amor profano, fusión que quedó ya consolidada desde el trecento italiano. El forastero entona una profecía, le dice a la niña que no sea un hombre ni una mujer, que sea Tandy, es decir, que sea el amor. Entonces yo me pregunté qué hubiera sido de la niña si la profecía del forastero se hubiera cumplido. Y ahí apareció como respuesta el síndrome de Clerambault o la erotomanía. Lo que para mí es el amor, el amor verdadero, el que nace para reivindicar la libertad individual frente a la convención y al orden social, ese amor es tratado como una enfermedad. 

¿Son irreconciliables psiquiatría y religión?

Totalmente, la religión es el misterio, la psiquiatría es la asesina del misterio.

¿Consideraría la obra una búsqueda o una ruptura con Dios?

Hay algo más poderoso que la fe y es la necesidad de creer en dios. La búsqueda espiritual de los no creyentes es tan escarpada como la fe, y la fuerza de esa búsqueda nace de la necesidad de Dios, no de la existencia de Dios.

¿Qué respuestas da Monteverdi en el montaje? 

El trabajo es un camino desde el infierno hasta el paraíso. Al final del camino está Monteverdi. Necesitamos milagros y El lamento de la ninfa los produce. 

¿Qué relación tiene esta obra con Carta a San Pablo... su próximo trabajo? ¿Cómo ha estructurado el Ciclo de las Resurrecciones?

Todo el ciclo trabaja con la misma pregunta. Se trata de llegar a la luz mediante las tinieblas. Están conectadas por las tinieblas y por un universo donde lo prerracional conduce las acciones humanas.

Hablando de tinieblas, ¿qué piensa de la clase política ante tanta corrupción? ¿Haría una obra de teatro con todo ello?

Pienso que la única opción es la anarquía, ese NO ESTADO, como propone Chomsky, donde cada individuo es consciente del bien y del mal por sí mismo sin necesidad de ideología ni de partidos. Pero el alma humana no está a la altura del derecho, y por esta razón la anarquía es una utopía. Ahora mismo estoy trabajando con la idea de Dios, en un territorio muy lejano a la actualidad.

¿Qué debería denunciar el teatro en estos momentos?

Bertrand Russell se quejaba del carácter materialista de la sociedad moderna en la que todo debía servir para algo, tener una practicidad, y defendía el arte como aquello que no servía para nada. Yo estoy de acuerdo con él, si el teatro se convierte en denuncia nos quedamos sin ese espacio destinado a la vida espiritual, a la conmoción íntima, a la epifanía y al misterio. Esa es la zona del arte que me interesa. La que me conduce a territorios invisibles.

¿Cómo ve el formato operístico? ¿Le seduce? ¿Ha tenido tentaciones de hacer una gran ópera?

La ópera es ese lugar donde van 800 personas con una ametralladora dispuestas a liquidarte, hagas lo que hagas. Y finalmente lo único que se recuerda con el paso del tiempo son los cantantes, la interpretación... A los grandes directores de teatro jamás se les recuerda por las óperas que han dirigido. Paradójicamente, acaba siendo anecdótico en sus trayectorias. Es un fusilamiento que siempre acaba en anécdota. Pero sí, me gustaría dirigir una ópera y no gastarme un duro en decorados. Al fin y al cabo, la muerte por fusilamiento es segura.

La cápsula teatral (y del tiempo) de Sánchez Arévalo

$
0
0


Fuente: Javier Yuste (elcultural.es)

Para ver Hanky Panky, la pieza de microteatro que ha creado Daniel Sánchez Arévalo para la segunda edición del Tanqueray Stage (la primera edición corrió a cargo de Nancho Novo y sus Confesiones de un bartender), hay que ir hasta la Plaza de Santa Ana por la Calle Príncipe y, en vez de detenerse en el Teatro Español, hay que seguir hasta el n° 7. El edificio, en el que José Canalejas vivió su carrera política, acoge en su interior el Club Privado Argo, un exclusivo espacio reservado para socios que desborda lujo y flema británica en cada detalle (la sospecha de que los clientes en una tarde normal llevan bombín y paraguas es más que razonable). Allí, en la cuarta planta, esperan Hugo Silva, Inma Cuesta y Melania Deocal para poner en movimiento la peculiar historia pergeñada por el director de La gran familia española. “Con este escenario buscábamos que se enriqueciera la experiencia para el público al romper las convenciones de la sala de teatro sustituyéndola por un lugar al que la gente normalmente no puede acceder”, explica Sánchez Arévalo.

Hanky Panky, que se estrena este viernes y estará abierta al público durante tres fines de semana hasta el 6 de diciembre, es una comedia romántica que narra la historia de un involuntario viajero en el tiempo, interpretado por Hugo Silva, que tras 33 años dando vueltas por distintas épocas trata de volver infructuosamente a su tiempo para reencontrarse con la mujer de la que está enamorado. Por su parte, Inma Cuesta da vida a una Barmaid que sirve al personaje de Hugo Silva un Hanky Punky, una bebida creada por Ada Coleman, un mito de la coctelería femenina que ha inspirado el rol que interpreta la actriz. Este proyecto supone por tanto la primera incursión en la ciencia-ficción de Sánchez Arévalo que opina que“el teatro permite este tipo de juegos incluso con escasez de medios, mientras que en el cine esta historia tendría que haber sido una superproducción”.

El director de Primos, consolidado en la industria cinematográfica española con cuatro películas en su haber, debuta en una disciplina que se le presentaba no tanto como una ambición sino como un destino inevitable. “Los aspectos que más cuido en mis películas son el guion y la dirección de actores”, explica. “El teatro es la máxima expresión de ambos por lo que sabía que, de manera natural, iba a acabar dirigiendo teatro y estoy seguro de que volveré a hacerlo”. De hecho, Hanky Panky, una pieza de tan solo 15 minutos, parece una toma de contacto de su director con el medio escénico con vistas a acometer una obra más convencional.

Otro de los aspectos que el director repite respecto a anteriores trabajos es la apuesta por jóvenes talentos sin apenas experiencia en la interpretación. En esta ocasión, a través de un casting online al que se han presentado 300 aspirantes, la actriz Melania Docal ha conseguido hacerse con el tercer papel de la obra. “Melania tiene algo especial”, explica el director de Azuloscurocasinegro“Tiene una vis cómica maravillosa y es muy peculiar de por sí, en el buen sentido de la palabra. Te llama la atención solo de verla. Al final se trata de quién lo hace mejor y de quién es la persona mas adecuada para ese papel y ella era sin duda la más adecuada”.

Daniel Sánchez Arévalo se ha dado hasta final de año para decidirse por alguno de los tres proyectos que se encuentra en este momento desarrollando para volver a la pantalla grande. Mientras, asiste como espectador al gran año del cine español, que va acabar con una cuota de público cercana al 25 %, pero se muestra cauto a la hora de valorarlo. “Estos resultados vienen arrastrados por el fenómeno social de 8 apellidos vascos y un caso como este ocurre cada 20 años”. Su mayor preocupación es que el público pierda la costumbre de ir a las salas. “Es un serio problema que ir al cine se convierta en algo extraordinario porque es algo que puede calar en las nuevas generaciones y que estas lo vean algo tan raro como comprar un vinilo". La respuesta a iniciativas como la Fiesta del cine, sin embargo, le devuelven la esperanza en que el tema no es tanto de interés como del precio de las entradas. Pero, ya que el tema es la ciencia-ficción, si el cine español pasara definitivamente a mejor vida siempre le quedaría a Sánchez-Arévalo una prometodora carrera en el teatro. 

El Sismògraf d'Olot serà el nou mercat estratègic de la dansa a Catalunya

$
0
0

Font: ara.cat
El festival de dansa Sismògraf, d'Olot, es convertirà en el mercat de referència del sector de la dansa a Catalunya. Sota el lema 'El festival que detecta el moviment', la cita que dirigeix Tena Busquets tindrà lloc a Olot del 24 al 26 d'abril i tindrà un pressupost de 300.000 euros.
El conseller de Cultura, Ferran Mascarell, i l'alcalde d'Olot, Josep M. Corominas, han presentat el nou enfocament que tindrà a partir de la propera edició, l'any 2015, el Sismògraf, que esdevindrà el mercat estratègic de la dansa a Catalunya i un punt de trobada entre companyies, professionals, programadors i públic amb l'objectiu que la dansa sigui més propera a l'espectador i que els espectacles d'aquesta disciplina tinguin una major presència a les programacions culturals.
"L'objectiu és fer d'Olot un referent de la dansa a Catalunya, com hi ha altres ciutats que tenen com a referent el teatre o la música, Olot serà el de la dansa", ha dit el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, posant d'exemple el que representa Tàrrega pel teatre de carrer o Vic per la música. "Necessitem a Catalunya més mercat per la dansa. Tenim molta gent amb molt talent, però necessitem més mercat i això vol dir que la gent que fa programacions en el conjunt dels teatres, biblioteques i centres culturals del país trobin aquí el lloc per conèixer la dansa i programar-la". 
L'alcalde d'Olot, Josep M. Corominas, ha declarat que fins ara el Sismògraf "era una festival més petit i local" i ara de cara el pròxim any i amb aquest acord el pensen "convertir en un festival internacional i que vingui gent de tot el món i sobre tot de Catalunya i que es barregin programadors amb els artistes i companyies i que en surti un enriquiment de tota la dansa". La idea del certamen és "dissenyar una programació que permeti mostrar un ampli ventall de la creació de qualitat tant catalana, com internacional, tant si és d'estrena com si no"; "trobar el terme mig entre les grans propostes internacionals o de molt gran format que ja es poden veure al Mercat, al Grec o a Temporada Alta i les més emergents o experimentals" i treballar al costat dels creadors del país. 
Com ha explicat el director general de Creació i Empreses Culturals, Jordi Sellas, el pressupost de sortida del Sismògraf serà de 300.000 euros, on el Departament de Cultura i l'Ajuntament d'Olot hi ha destinat 150.000 euros cadascun. Corominas ha volgut recalcar una altra idea i és que el Sismògraf com tants altres festivals existents a Catalunya mostren que al país hi ha "una xarxa de ciutats mitjanes on passen coses en molts àmbits i en el món cultural n'hi ha un bon exemple". En aquest sentit, ha apuntat que el Sismògraf ha arribat a la majoria d'edat amb "el gran pas d'incorporar el Departament de Cultura i que es converteixi en una fira".

Nao Albet i Marcel Borràs, en mode ‘performance’

$
0
0
Font: Belén Ginart (ara.cat)
Hi ha col·legues que per matar el temps se’n van de festa, xategen amb altres col·legues, es desafien a la Wii, organitzen un partidet de futbol o surten a córrer. Però també n’hi ha, com el Nao Albet i el Marcel Borràs, que decideixen muntar una obra de teatre, la qual cosa, en el seu cas, implica filosofar sobre què és la llibertat, treure profit del grau d’estudis literaris que cursen actualment (tots dos són a segon), confrontar la intel·lectualitat amb la dimensió més física de l’ésser humà i arriscar-se portant a escena actors no professionals. 
Poseu-hi soroll de patinets, música en viu, dansa contemporània i vestuari del Segle d’Or i captareu una mica el perfum de Los esqueiters -“Un procés obert de creació”, el defineix el Marcel Borràs-, que estrenen avui al festival Temporada Alta en el marc de la Setmana de la Creació Contemporània, una programació basada en talents trencadors i l’ús de llenguatges contemporanis. 
“Ens vénen al cap moltes idees”, diu el Marcel. “I aquest cop teníem ganes de fer coses que no sabíem fer, és com una manera de dir que no passa res per atrevir-s’hi”, afegeix el Marcel. O potser és el Nao qui parla, perquè la sintonia que hi ha entre ells els porta a anar-se interrompent per explicar a dues veus una mateixa idea: la d’afavorir sobre l’escenari una trobada impossible entre uns intel·lectuals i un grup de skaters, posar-se i posar-los en tensió. “Intentant fer coses que no sabem fer”, diuen. Els dos creadors expliquen per què els skaters van ser el punt de partida de la peça: “Simplement perquè ens agraden”. I d’una manera també “molt lliure” han anat donant forma a un espectacle de fronteres flexibles entre diversos gèneres, però que s’apropa més a la performance que no pas al muntatge teatral convencional. 
I és que el Marcel Borràs i el Nao Albet tenien moltes ganes de desmarcar-se de la seva anterior trobada escènica, Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach, una obra canònica en el sentit que partia d’una dramatúrgia molt tancada i uns personatges molt definits. L’experiència els va provocar patiment per un excés de responsabilitat. “El text era nostre i teníem la sensació que la creació depenia només de nosaltres”, recorda el Nao. Per tant, van decidir fer un treball de creació col·lectiva en què ells juguessin el paper de dinamitzadors (malgrat que també hagin acabat consignant la dramatúrgia i que signin la direcció de la peça) i la interpretació estigués en mans d’actors no professionals. 
Van fer treball de camp per escollir els companys d’aquest viatge, que, de moment, està resultant “menys estressant, més divertit”, que el seu anterior projecte. A la plaça del Macba i en altres llocs especialment estimats pels skaters de tot el món van reclutar els tres nois i la noia (del Canadà, els Estats Units, Noruega i Itàlia) que hi participen, cadascú en la seva llengua materna, amb sobretítols en català i anglès. Van haver de descartar altres candidats que no tenien cap interès a actuar en un teatre. I tot i que estan convençuts d’haver fet “un bon càsting” perquè han trobat “tipus i energies molt diferents”, han hagut de tenir molta paciència amb els finalment escollits. Perquè la sensació de llibertat que sovint reivindiquen els skaters per explicar la seva passió per la taula amb rodes pot comportar una certa anarquia i al·lèrgia al compromís. 
“Podien arribar una hora o dues hores tard als assajos, o directament podien no aparèixer i l’endemà donar-te tota mena d’excuses”, diu el Nao. I no hi havia manera de reemplaçar-los perquè tots han posat molt d’ells mateixos en un espectacle en què patinen molt poc. El que més fan és ballar. Estimulats per uns filòsofs occidentals del Segle d’Or (interpretats per Borràs i Albet, vestits amb robes de l’època), decideixen provar de sentir-se lliures no amb la taula, la zona de confort a què estan acostumats, sinó amb el ball, que és nou per a ells. 
I amb una caracterització d’època que contrasta clarament amb les robes actuals i desenfadades dels skaters, Borràs (a la bateria, amb una tècnica que ha millorat molt des dels inicis dels assajos) i Albet (al piano) serveixen en directe la banda sonora de l’espectacle. “Fem versions dels temes del grup canadenc BadBadNotGood”, expliquen els creadors, que voldrien poder comptar amb els músics de la banda original en alguna de les funcions de Los esqueiters. Confien que n’hi haurà moltes. A l’estiu seran al Grec (“Com que es tracta d’un espectacle viu, potser aleshores serà molt diferent de com és ara, també ho seria si en comptes d’avui l’estrenéssim d’aquí una setmana”), i esperen poder viatjar molt amb la peça i, fins i tot, anar-la adaptant al lloc on es faci amb skaters locals.
‘Los esqueiters’  (Setmana de la Creació Contemporània. Temporada Alta). Dir.: Nao Albet i Marcel Borràs. Amb Kristina Westad, Alfredo Baccetti, Michael Diligent, Dallas Bailey El Canal (Salt) Dv. 21. 18 h. 12 €

Petherbridge transforma en comedia su experiencia con la enfermedad

$
0
0


Fuente: Justo Barranco (lavanguardia.es)

En el año 2007, mientras ensayaba El rey Lear en Nueva Zelanda, el gran actor dramático británico Edward Petherbridge sufrió dos infartos cerebrales. El segundo le paralizó su costado derecho y, como consecuencia, no podía escribir, ni tampoco caminar ni ver bien. La obra ciertamente nos e iba a realizar pero Petherbridge, curiosamente, retenía todo el texto en su cerebro dañado. Cada palabra. Y pensó que cuando se recuperara debía hacer un one-man-show de la obra, porque nadie se arriesgaría a producirla. Y el Lliure de Montjuïc acoge este jueves y este viernes dos funciones del espectáculo que Petherbridge realizó finalmente dirigido por Kathryn Hunter y acompañado en escena por Paul Hunter: My perfect mind (Mi mente perfecta).

Petherbridge, que formó parte en los años 60 de la compañía que dirigía Laurence Olivier en el Teatro nacional británico, y que desde los 70 fue parte fundamental de la Royal Shakespeare Company, formaría The Actor’s Company junto a sir Ian McKellen y, entre muchos otros trabajos, fue el Guildenstern original de la gran obra de Tom Stoppard Rosencrantz y Guildenstern han muerto. Ahora en My perfect mind mezcla con emoción y, sobre todo, mucho humor la historia de su infarto cerebral con El rey Lear mientras su compañero de escena da vida a su madre, su doctor, su director e incluso su chófer.

¿Por qué una comedia irreverente? “He sido muy afortunado –explica a La Vanguardia- de que lo que me sucedió no fuera una tragedia. Y Paul Hunter y yo hemos sido muy cuidadosos de que el espectáculo no sea un documental solemne. A la vez, puedo argumentar que la comedia es un asunto muy serio. Sólo nos reímos de cosas que son vitalmente importantes: traición, identidad equivocada, dolor... Analice cualquier chiste y verá que sólo es una tragedia tratada de forma diferente”.

De hecho, Petherbridge ha asegurado que My perfect mind es como asistir a un seminario sobre El rey Lear bajo los efectos del LSD. “Bueno, nadie tiene un mal viaje o alucinaciones. Yo mismo no tengo expriencia directa con el LSD pero todo sucede en el espectáculo, desde mi nacimiento a mi infarto cerebral, desde Lear dividiendo su reino y desterrando a Cordelia a su reconciliación con ella, nada en el orden habitual, todo en una mezcla enloquecida que de algún modo surgió en nuestros ensayos e improvisaciones con Kathryn Hunter, quien había interpretado al rey Lear y se había esforzado leyendo largos fragmentos de mi autobiografía. Todavía pienso que el resultado es un milagro, un resultado que ninguno de nosotros entiende muy bien cómo llegó”.

Sobre interpretar el mundo de Shakespeare y cómo ha cambiado en estos años, Petherbridge dice que “el teatro cambia continuamente, con frecuencia de forma tan gradual que uno apenas lo nota”. “Supongo que lo que una intenta conseguir interpretando a Shakespearea es una autenticidad clásica amalgamada con un sentido de frescura e inmediatez, y con eso no quiero decir usar esos clichés modernos de videocámaras y escenarios excéntricos. Siento que una tarima desnuda es quizá el mejor espacio para interpretar a Shakespeare, que es lo que hago en My Perfect Mind, aunque tengo que admitir que la tarima desnuda está en un ángulo muy extraño y que Paul Hunter debe ser el primer actor que ha interpretado a Goneril y a Cordelia, sin parecerse en nada a ninguno de ellos pero siendo perfectamente convincente como ambos. Además logra interpretar nada menos que al príncipe del teatro, Laurence Olivier”.

El TNC porta a l'escenari la mirada personal de Feliu Formosa amb 'Sala de miralls'

$
0
0

Font: ACN via ara.cat
Mònica Almirall, Oriol Genís i Marta Ossó conformen l'elenc de 'Sala de miralls', l'obra basada en el dietari que porta el mateix nom i amb el poemari 'Centre de brevetat', tots dos del poeta i traductor Feliu Formosa. D'aquesta manera, el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) fa un homenatge en el 80è aniversari del poeta, un espectacle que dirigirà Albert Arribas i que només disposarà de tres úniques funcions del 28 al 30 de novembre a la Sala Petita.
El director pensa que 'Sala de miralls'és "una reflexió extraordinària sobre la cultura amb la mirada clavada obsessivament en les portes d'aquell mirall que no sempre reflecteix allò que un vol". Arribas també destaca la importància de la figura de Formosa a la literatura catalana, una mirada de la societat que podia arribar a ser fins i tot incòmoda.
L'obra també inclourà textos dels seus dietaris 'A contratemps' (2005), 'El somriure de l'atzar' (2005) i 'Sense nostàlgia', que el propi Formosa encara no ha acabat d'escriure. L'autor va editar el 2013 'Sala de miralls' (Perifèric Edicions, 2013), un dietari on reflexiona sobre les emocions familiars, però també personals, com la mort o la decisió de deixar el consell assessor del TNC.

Israel Galván: "Tienes que romper contigo mismo para seguir en esto"

$
0
0


Fuente: Saioa Camarzana (elcultural.es)

Bailar es una forma de comunicación sincera. Los movimientos del cuerpo, las piernas, los brazos, los gestos. Todo ello tiene una fuerza cósmica capaz de poner los pelos de punta. Una expresión de la que algunos hacen un estilo de vida. Es el caso de Israel Galván (Sevilla, 1973) que aterriza en Temporada Alta con su último espectáculo, Fla.co.men. Ya ha pasado por la Bienal de Sevilla con esta pieza que es un compendio compuesto por música de anteriores obras pero vista como un todo. Para él supone una nueva vía de expresión que le aleja del tema principal sobre el que ha hablado todos estos años: la muerte. El bailaor ha depurado Fla.co.men para transmitir una emoción al público. "Volver a Girona es una alegría porque siempre que he bailado allí he notado que la gente me quiere ver", confirma. 

El nombre de la pieza es un cambio de orden de las sílabas de la palabra flamenco. ¿Cómo surge esta alteración? 
Después de tantos años con el discurso de si esto es flamenco o no,viene a decir un poco que hoy en día uno tiene que hacer lo que le apetezca.El lenguaje, el trasfondo es el flamenco pero como hay mucha crítica...

Hay gente que defiende el flamenco puro y rechaza las fusiones. ¿Dónde se posiciona usted?
Yo estoy a favor, siempre que ha pasado algo dentro del flamenco ha sido gente con raíces flamencas pero luego han tenido que crecer por otros lados para seguir su propio crecimiento. Es imposible, para que siga eso vivo y con vida hay que arriesgarse a hacer lo que uno quiere. Prohibir algo es una manera de quitar arte. Cuando te dicen que no te quitan el aire.

¿Qué vamos a poder ver en este espectáculo?
Es mi baile de siempre pero entrando en otra vía. Llevamos bailando muchos años y casi todo lo que he hecho estaba relacionado con la muerte. Esta obra es como una liberación y entro en otra vía o línea.

Además esta obra está compuesta con diferentes canciones de piezas anteriores. La música tiene un peso especial y es como una película hecha de diferentes escenas independientes pero que forman parte de un todo.
Sí. De vez en cuando viene música que he hecho antes pero es como mirando mi obra desde dentro y sin guion, simplemente bailando. Es casi medicinal. Creo que con el flamenco y el baile se disfruta y esto pasa con esta pieza. No es una exhibición para ver qué bien se baila. Es como un agua nueva, como que entro en otra dimensión. No sé lo que verá la gente desde fuera pero para mí es otra manera de hacer. 

Pasó con Fla.co.men por la Bienal de Sevilla. Al ser un espectáculo vivo, ¿ha habido algún cambio respecto a entonces?
Las obras siempre las voy cambiando. Me gusta mantenerlas vivas pero no ha habido un cambio considerable solo la he limado. La idea era esa y sigue siendo la misma. 

En algún momento dijo que Patricia Caballero ha sido muy importante en la configuración de esta obra.
Yo la vi bailar en un vídeo y vi que tenía algo, como una libertad en ella. Me recordó a los vídeos y las fotos de Duncan, como bailando muy libre hoy en día que hay tanta técnica y concepto. Es como que va por libre. También me gustó la línea que llevaba y cómo trata el flamenco, que lo hace de una manera muy profunda, con el mínimo gesto de su cuerpo. Pensé que había habido un razonamiento grande o como es tan joven es algo innato en ella. La verdad es que la veo como una persona que me gustaría que viniera conmigo siempre.

Cuando se enfrenta a la concepción de una nueva pieza, ¿qué le inspira?
Primero me vienen imágenes a la cabeza, luego música y luego hay un gran archivo de ideas y poco a poco se van deshojando. Primero, no me limito a poner una idea sino que estoy muy abierto y tengo una intuición pero no sé lo que es. Al final la gente me dice, esto sí, esto no. Yo la verdad que lo haría todo, no tengo mucha conciencia, me dejo llevar.

Hay algún artista flamenco que le inspire especialmente?
Siempre me ha inspirado Enrique Morente como algo de lucha, casi de espíritu. Pero luego por mi mente y cuerpo pasa mucha gente. Por cada dos segundos hay una inspiración de alguien. 

Morente decía que en el flamenco se trata de traducir la tradición pero que eso conlleva una traición. 
Todo lo que diga Morente está muy bien dicho. Por mí tienes que tener tu raíz porque es lo que haces. Pero luego tienes que romper contigo mismo para seguir. En el momento en que te limiten con algo se va la magia.

¿Con quién tiene pendiente bailar?
Ha salido gente muy buena. Ahora he bailado con Akram Khan y me gustaría conocer a gente nueva, con gente que no he bailado nunca. Con Akram fue muy bien, fue una cosa muy rápida, los dos teníamos las mismas ideas y es una relación de que nos gusta mucho bailar juntos, nos llevamos bien. Yo creo que es un maestro que viene conmigo siempre.

¿Algún proyecto entre manos?
Ahora mismo no. No hay fecha pero todo lo que he hecho hasta hora ha sido en solitario y quiero ver cómo bailar con más gente. Coreografiar de una manera flamenca. 

Romeo Castellucci: “El teatro debe zarandear, ser violento”

$
0
0


Fuente: Alberto Ojeda (elcultural.es)

En 1981, Romeo Castelluci (Cesena, 1960) fundó la Socìetas Rafaello Sanzio, plataforma concebida para la experimentación más radical. Esa vocación rupturista, sin embargo, le ha procurado a Castellucci reconocimientos institucionales de mucha alcurnia: la Bienal de Venecia le otorgó el León de Oro (2013), el Ministerio de Cultura francés le nombró Caballero de las Artes y la Letras (2002)... Galardones que no han desactivado sus credenciales. La batalla contra el teatro ornamental sigue abierta en su trinchera y su caligrafía escénica, cercana a la performance y aliada con la tecnología, sigue ofreciendo resultados extremos. Buen ejemplo es Giulio Cesare. Pezzi staccatti, que trae a Temporada Alta el sábado y el domingo (22 y 23). Castellucci ya montó Julio César hace 16 años y vuelve sobre el texto shakespeariano para exprimir su reflexión sobre el doble filo de la retórica. Atención a la puesta en escena: ¿emocionante, impactante, desconcertante, delirante...? Veamos. 

¿Cuáles son esos ‘pedazos' (pezzi) que recupera de su montaje original?
La obra de Shakespeare tiene una estructura dramática refinadísima. En su día quise subrayar el poder de la retórica. El montaje de Gerona retoma dos discursos. El primero lo da un senador al que he llamado ‘...vskij', que representa el universo teatral. Ese nombre, de hecho, remite a Stanislavski, uno de los padres de este arte. Es pues un ejercicio tautológico. A este actor se le introduce un tubo endoscópico que le llega hasta la glotis, de manera que una telecámara le graba las cuerdas vocales, el origen carnal de la retórica. La imagen se proyecta sobre una pantalla. 

¿Y el otro discurso?
Es el de Marco Antonio con el cuerpo de César recién asesinado a sus pies. Uno de los pasajes más impresionantes del teatro de Shakespeare. A Marco Antonio lo encarna un actor que sufrió una laringotomía a causa de un tumor. Perdió las cuerdas vocales y ahora es capaz de emitir el sonido de las palabras a través de un estoma en el cuello. Habla literalmente a través de una herida. Eso tiene una carga dramática muy potente, con el cadáver sangrante del cónsul tirado en el suelo. 

¿Qué papel tiene la tecnología en el montaje y, por extensión, en su teatro?
El de los fantasmas. Las máquinas juegan el papel de los espíritus. El uso de aparatos técnicos sin una finalidad dramatúrgica y sin un trasfondo metafísico es puro exhibicionismo. 

¿La retórica es más eficaz para agrietar el poder o para fortificarlo?
La retórica es la manera de diseñar un discurso. No podemos prescindir de ella. Sus recursos (metáforas, metonimias...) nos rodean porque son parte del lenguaje humano. Supone una intención del que habla sobre el que escucha, que puede ser edificante o destructiva, depende. La publicidad, por ejemplo, es una retórica perversa pero las obras de Shakespeare son retórica sublime.

¿Siente que el teatro corre el peligro de caer en una retórica vacua?
Sí, por desgracia. Hay demasiado teatro ornamental, que no deja ninguna huella. El teatro tiene que ser violento, entre comillas. Me explico: debe zarandear al espectador, conmoverlo hasta el punto de modificar sus puntos de vista. No me vale el teatro que muestra lo que ya conocemos, que se convierte en un hábito. Se trata de levantar el telón para descubrir nuevos caminos. 

¿Tiene alguna capacidad para incidir en su entorno? ¿Por ejemplo, dar una respuesta a esta crisis?
No creo. No tiene o no debe tener una función social. Más que dar respuestas, ha de generar conflictos. Mi visión del teatro no es utilitarista. Es simplemente necesario porque es profundamente inútil. Ni mejora las personas ni el mundo. Es como pintar un cuadro. ¿Para qué sirve? Para nada, pero es esencial para vivir. Al menos para muchas personas.


El desierto cultural italiano


¿Siente que en otros países (como Francia) se le valora más que en Italia?
No sé. Italia, en los últimos 20 años, ha sido un desierto cultural. Un tiempo muy duro para los artistas, tachados por los prejuicios más pedestres. No ha sido sólo un problema de dinero. El dinero muchas veces se pone como excusa para tapar la falta de ideas. Ha sido un problema de actitud hacia la cultura. Ahora se ve algún pequeño síntoma de cambio. Pero es pronto para afirmar que comienza una nueva época. 

¿Y cómo es en concreto la situación del teatro por allí?
Se mantiene el circuito de los teatros stabili (estables), con financiación pública, pero son muy endogámicos y herméticos a propuestas contemporáneas e internacionales. Son extremadamente provincianos. Luego hay una constelación de compañías independientes, que es por donde está respirando la creatividad escénica ahora en Italia, en su mayoría fundadas por jóvenes que tienen que marcharse fuera para avanzar en sus carreras. De momento.

Estrenó hace poco en el Comunale de Bolonia una nueva versión de su Parsifal. ¿Cómo se desenvuelve en el territorio lírico?
Es un mundo tremendo, muy estrecho de miras. Falta una filosofía dramatúrgica más rigurosa. La mayoría de los registas entienden por renovación cambiar el vestuario y saltar de una época a otra, poco más. Es como un jueguecito. Creo que en la ópera está todo por inventar. Tiene un potencial inmenso para el futuro.

¿Cuáles son los principios éticos y estéticos de la Socìetas Rafaello Sanzio?
No tenemos un credo fijo. Nuestro estilo es no tener estilo. Creo que el estilo te atrapa, te encorseta. Cada dramaturgia pide un lenguaje nuevo.

¿Por qué este artista para bautizar la compañía?
No fue una decisión muy meditada. Rafael fue el pintor perfecto del Renacimiento. Pero sentía una grave preocupación: ver cómo el manierismo iba cobrando fuerza, esa enfermedad de la belleza. Ahí sí nos identificamos con él.
Viewing all 1487 articles
Browse latest View live